miércoles, 14 de mayo de 2014

EL HAMSTER

hámster

El hámster

El hámster es un animal mamífero pequeño y juguetón, considerado una de las mascotas preferidas por los niños. En general es divertido, sociable y muy simpático.
Cada persona tiene sus propios gustos a la hora de elegir una mascota que se va a convertir en un miembro más de la familia. Lo que la gente busca a la hora de adquirir un animalito para casa es que además de compañía sea una mascota fácil de cuidar diariamente y que sea sociable, no proporcione problemas al núcleo familiar, que se adapte fácilmente y sobre todo que sea como un amigo más de los niños.
Existen infinidad de mascotas que cumplen estos y otros requisitos más exigidos por sus compradores. Hoy en día el hámster se ha convertido en uno de ellos y de los que más le gustan a pequeños y a mayores, por su carácter, su adaptabilidad, su facilidad de cuidar, etc.
Son cariñosos, inteligentes, no crean ningún tipo de molestias ni producen desorden ni suciedad, pueden vivir en una jaula sin tener que ser sacados de paseo diariamente. Todo ello los convierten es los amigos ideales de los niños. Además otra de las ventajas a la hora de adquirirlos es que el desembolso no es grande, podemos adquirir un hámster a un precio muy inferior que muchas otras mascotas.
A los hámsters les gusta jugar, necesitan cariño y atención de su amo, pero todo ello sin suponer una obligación para su amo sino más bien como si fuera un juego. Con el tiempo se le llega a coger tanto cariño que su pérdida supone un gran duelo para la familia, ya que se llegan a convertir y ser un familiar más.
Existen una gran variedad de razas del hámster y con capacidad de procrear, aunque como pasa con otras especies no todos ellos son compatibles entre sí, siendo alguna de las razas mejores que otras para vivir juntas.
Podemos mencionar: hámster ruso, hámster chino, hámster siberiano, hámster de Roborowski hámster dorado, hámster sirio, hámster común, hámster enano, hámster volador, hámster albino o el hámster panda. A lo largo de los apartados de la página web podrás descubrir sus características morfológicas, su peso, alimentación, reproducción, color, así como su carácter que sorprendentemente no todos ellos son iguales.
Descubrirás sus orígenes, su temperatura ambiental, la actividad que diariamente desarrolla, el tipo de jaula en el que el hámster se encuentra más confortable, su aseo, sus parientes o los juegos que utiliza para su diversión como las ruedas en las que recorrerá varios kilómetros en tan sólo una noche.
Podrás dar respuesta a diversos interrogantes sobre los hámsters como saber si nuestro hámster se ha puesto enfermo, qué come un hámster, qué hacer en caso de que el hámster se haya escapado de su jaula, cómo jugar con tu hámster y cuáles son sus juguetes preferidos o simplemente informarte de cómo vive un hámster, su adaptación con el humano y de cómo trascurre su vida. Además podrás visitar la sección de nombres que te ayudará a elegir el nombre de tu hámster.
Siguiendo la guía del hámster te convertirás en un gran cuidador además de un gran amigo de tu mascota. Sabrás lo que le pasa en cada momento y qué hacer en cada situación. Llegarás a conocer perfectamente sus gustos, su alimentación y su cuidado para que pueda vivir como un integrante más de la familia. Además podrás visitar la sección de nombres que te ayudará a elegir el nombre de tu hámster.

LA CAMARA FOTOGRAFICA

Una cámara SLR fabricada por la marca rusa Zenit.
Cámara de fuelle, para negativos de vidrio, con trípode ligero para viajes.
Una cámara fotográfica o cámara de fotos es un dispositivo utilizado para capturar imágenes o fotografías. Es un mecanismo antiguo para proyectar imágenes, en el que una habitación entera desempeñaba las mismas funciones que una cámara fotográfica actual por dentro, con la diferencia que en aquella época no había posibilidad de guardar la imagen a menos que ésta se trazara manualmente. Las cámaras actuales pueden ser sensibles al espectro visible o a otras porciones del espectro electromagnético y su uso principal es capturar la imagen que se encuentra en el campo visual.
Las cámaras fotográficas constan de una cámara oscura cerrada, con una abertura en uno de los extremos para que pueda entrar la luz, y una superficie plana de formación de la imagen o de visualización para capturar la luz en el otro extremo. La mayoría de las cámaras fotográficas tienen un objetivo formado de lentes, ubicado delante de la abertura de la cámara fotográfica para controlar la luz entrante y para enfocar la imagen, o parte de la imagen. El diámetro de esta abertura (conocido como apertura) suele modificarse con un diafragma, aunque algunos objetivos tienen apertura fija.
Mientras que la apertura y el brillo de la escena controlan la cantidad de luz que entra por unidad de tiempo, en la cámara durante el proceso fotográfico, el obturador controla el lapso en que la luz incide en la superficie de grabación. Por ejemplo, en situaciones con poca luz, la velocidad de obturación será menor (mayor tiempo abierto) para permitir que la película reciba la cantidad de luz necesaria para asegurar una exposición correcta.

domingo, 4 de mayo de 2014

EL PERRO

 Canis lupus familiaris
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Perro
Assemblage chien.jpg
Presentación preliminar de los usos del perro.
Estado de conservación
Domesticado
Clasificación científica
Reino:Animalia
Filo:Chordata
Subfilo:Vertebrata
Clase:Mammalia
Subclase:Theria
Infraclase:Eutheria
Orden:Carnivora
Suborden:Caniformia
Familia:Canidae
Género:Canis
Especie:Canis lupus
Subespecie:C. lupus familiaris
Linnaeus 1758
Distribución
Mapa habitat casitodo.PNG
Sinonimia
  • Canis familiaris Linnaeus 1758
  • Canis familiarus domesticus Linnaeus 1758
El perro o perro doméstico (Canis lupus familiaris)[1] [2] [3] [4] es un mamífero carnívoro de la familia de los cánidos, que constituye una subespecie del lobo (Canis lupus). Un estudio publicado por la revista de divulgación científica Nature revela que, gracias al proceso de domesticación, el organismo del perro se ha adaptado[5] a cierta clase de alimentos, en este caso el almidón.[6] Su tamaño o talla, su forma y pelaje es muy diverso según la raza. Posee un oído y olfato muy desarrollados, siendo este último su principal órgano sensorial. En las razas pequeñas puede alcanzar una longevidad de cerca de 20 años, con atención esmerada por parte del propietario, de otra forma su vida en promedio es alrededor de los 15 años.


Se cree que el lobo gris, del que es considerado una subespecie, es el antepasado más inmediato. Las pruebas arqueológicas demuestran que el perro ha estado en convivencia cercana con los humanos desde hace al menos 9000 años, pero posiblemente desde hace 14 000 años. Las pruebas fósiles demuestran que los antepasados ​​de los perros modernos ya estaban asociados con los humanos hace 100 000 años. Las investigaciones más recientes indican que el perro fue domesticado por primera vez en el este de Asia, posiblemente en China; sin embargo, es incierto si todos los perros domésticos provienen de un mismo grupo o si el proceso de domesticación se repitió varias veces.
Hay aproximadamente 800 razas —más que de cualquier otro animal— que varían significativamente en tamaño, fisonomía y temperamento, presentando una gran variedad de colores y de tipos de pelo según la raza de perro. Tienen una gran relación con los humanos, para quien son animales de compañía, animales de guardia, perros de trabajo, perros de caza, perros de aguas, galgos de carrera, perros guía, perros pastores o perros boyeros por ejemplo. En 2001, se estimaba que había 400 millones de perros en el mundo.[7]


Ancestros e historia de la domesticación

Mosaico romano mostrando un perro con collar.
En el siglo XXI, los investigadores han alcanzado un consenso casi absoluto acerca de que es muy posible que la domesticación del perro empezara más por la adaptación espontánea de este al acercarse a vivir junto al hombre que por la voluntad humana.[8] Esto se debe a que vivir junto al hombre siempre fue ventajoso para el cánido. Un perro viviendo en una comunidad humana, aún en la Antigüedad, podía alimentarse con menos esfuerzo que uno salvaje, podía vivir en mejores condiciones disfrutando del afecto y cuidado humano.
El perro es una subespecie doméstica del lobo, según la comparación de los mapas genéticos de ambas especies.[9] La evidencia fósil más antigua de un perro domesticado fue encontrada en 2008 en la cueva Goyet de Bélgica, correspondiente a unos 31.700 años y al parecer asociado a la cultura auriñaciense.[10] Hasta entonces las pruebas más antiguas se habían encontrado en Rusia, pertenecientes a hace 14.000 años (Eliseevich). El hombre consiguió domesticar a ejemplares de lobos, o, más probablemente, se demostró incapaz de impedir que los lobos se introdujeran en sus aldeas y tuvieran allí a sus cachorros.[8] El perro era útil como ayuda en la caza y para defender al grupo y su morada. Poco a poco, el hombre los adaptó a sus necesidades, creando diferentes razas para las distintas labores y características ambientales y geográficas.
El ser humano se dio cuenta rápidamente de los finos sentidos del olfato y el oído que tenía el perro;[cita requerida] su olfato es más potente que del humano —su área olfatoria es 20 veces más gruesa, y en el caso del pastor alemán con una superficie 34 veces mayor y con 40 veces más células olfatorias— y su oído es capaz de percibir sonidos muy por debajo y por encima del rango que oyen los humanos. Ventaja ésta que aumenta su utilidad para la caza y las labores de guarda. Su uso como pastor y protector de los rebaños es bastante posterior, yendo pareja a la domesticación y explotación de otros animales. Animal de costumbres sociales, que convive en grupos perfectamente jerarquizados, se adaptó a convivir con los humanos.
Los perros son muy valorados por su ayuda en la caza. Los perros enterrados en el cementerio mesolítico de Svaerdborg en Dinamarca muestran que, en la antigua Europa, eran ya una valiosa compañía.
Los perros han acompañado al hombre en su proceso a la civilización; su presencia está probada en todas las culturas del mundo, así en Perú en la etapa preincaica, los mochicas los usaban como ayuda de caza y también como mascotas en casa. En el entierro del Señor de Sipán, se encontraron dentro de las tumbas restos de un perro que seguramente se usó en la caza, ya que el cráneo tenía perfectamente desarrollados sus molares.
El cráneo y los dientes del perro doméstico han disminuido de tamaño con relación al lobo al no necesitar matar presas grandes. Así mismo, al pasar de una dieta de carne a una constituida por los desechos provenientes de la alimentación de los humanos, desarrollaron cerebros más pequeños que requieren menos calorías y menos proteínas para su crecimiento y sustento. La percepción del perro por parte del ser humano ha variado y varía según las culturas, en varias etnias americanas anteriores a 1492, tal y como aún ocurre en zonas del Extremo Oriente Asiático, los perros eran usados directamente como alimento; en zonas del Oriente Medio el perro ha sido asociado por su aspecto con los chacales —de hecho científicamente se creyó hasta el desarrollo de la genética a fines del siglo XX que los perros comunes de todo el mundo eran descendientes de chacales— y al ser los chacales animales principalmente carroñeros, los perros también han sido considerados impuros en esa zona. Quizás la única especie de perro que no desciende del lobo es el perro fueguino que descendería del culpeo.

LIBRO



Libro

 
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Libro.
Un libro (del latín liber, libri, ‘membrana’ o ‘corteza de árbol’) es una obra impresa, manuscrita o pintada en una serie de hojas de papel, pergamino, vitela u otro material, unidas por un lado (es decir, encuadernadas) y protegidas con tapas, también llamadas cubiertas. Un libro puede tratar sobre cualquier tema.
Según la definición de la Unesco,[1] un libro debe poseer 49 o más páginas (25 hojas o más), pues desde 5 hasta 48 páginas sería un folleto (desde tres hasta 24 hojas), y desde una hasta cuatro páginas se consideran hojas sueltas (una o dos hojas).
También se llama "libro" a una obra de gran extensión publicada en varias unidades independientes, llamados "tomos" o "volúmenes". Otras veces se llama también "libro" a cada una de las partes de una obra, aunque físicamente se publiquen todas en un mismo volumen (ejemplo: Libros de la Biblia).
Hoy día, no obstante, esta definición no queda circunscrita al mundo impreso o de los soportes físicos, dada la aparición y auge de los nuevos formatos documentales y especialmente de la World Wide Web. El libro digital o libro electrónico, conocido como e-book, está viendo incrementado su uso en el mundo del libro y en la práctica profesional bibliotecaria y documental. Además, el libro también puede encontrarse en formato audio, en cuyo caso se denomina audiolibro.


Historia[editar]

Libros antiguos en la biblioteca de Merton College (Universidad de Oxford, Reino Unido).
Desde los orígenes,la humanidad ha tenido que hacer frente a una cuestión fundamental: la forma de preservar y transmitir su cultura, es decir, sus creencias y conocimientos, tanto en el espacio como en el tiempo.
El planteamiento de esta cuestión supone: por un lado, determinar la forma de garantizar la integridad intelectual del contenido de la obra y la conservación del soporte en el que fue plasmada, y por otro, encontrar el medio por el cual se mantendrá inalterada la intención o finalidad para la cual se concibió.
Los orígenes de la historia del libro se remontan a las primeras manifestaciones pictóricas de nuestros antepasados, la pintura rupestre del hombre del paleolítico. Con un simbolismo, posiblemente cargado de significados mágicos, estas pinturas muestran animales, cacerías y otras escenas cotidianas del entorno natural del hombre antiguo, que trataba de dominar las fuerzas adversas de la naturaleza capturando su esencia mediante su representación. Son el más antiguo precedente de los primeros documentos impresos de que se tiene memoria.
Durante las edades antigua y media de la historia de la humanidad, época en que predominaba el analfabetismo, los libros eran escasos y costosos, pues todos estaban escritos a mano en grandes pergaminos que eran custodiados celosamente en algunas bibliotecas, como las de Pérgamo, Alejandría o Bizancio, de modo que las personas que querían instruirse en ellos debían viajar a dichas ciudades y solicitarlos. El acceder a un libro de la época era un trámite al alcance de pocos. Desde la antigüedad, predomina la ignorancia y la superstición, pero se reconocía el enorme poder e influjo que tenía la información para quien decidía obtenerla; por eso, era celosamente guardada.
Con el advenimiento de la imprenta, se inicia la época de expansión bibliográfica, de la modernidad y del pensamiento crítico, facilitado en la actualidad con el acceso a la información en otro tipo de fuentes, tales como periódicos, revistas, Internet, etc. No obstante, el valor del libro es perdurable a través del tiempo.

Orden de los libros[editar]

Entre los finales de la Edad Media y el siglo XVIII, en Occidente se intentó controlar y ordenar la gran cantidad de textos que el libro manuscrito y luego el impreso habían puesto en circulación, tras la invención de la imprenta por Gutenberg. Plasmar los títulos de una determinada manera, clasificar las obras o dar un destino a los textos para clasificarlos fueron operaciones gracias a las cuales se hacía viable el ordenamiento del mundo de lo escrito, por aquel entonces. Pero, paulatinamente empezó a imperar el deseo de la instauración de una biblioteca inmaterial, más eficiente, que daría lugar a una transformación en la relación con los textos escritos.

El libro antiguo[editar]

Due sportelli di libreria con scaffali di libri di musica.jpg

El libro en el Lejano Oriente[editar]

Se sabe que los chinos imprimieron el primer libro en el año 868 d. C. el Frontispicio del Vajracchedika Sutra (Sutra de Diamante) que fue traducción de un texto hindú; el método de impresión fue mediante bloques de madera grabados.

El libro en Europa[editar]

Los libros en forma de rollo de papiro o pergamino fueron más tarde reemplazados por el códice, un libro conformado de páginas y una espina que era similar a los libros utilizados hoy en día. El codex o códice fue inventado durante los primeros siglos de nuestra era. Previamente a la invención y adopción de la prensa de impresión, todos los libros eran copiados manualmente, lo que hacía que fuesen caros y escasos.
Los libros eran copiados e iluminados por monjes en el scriptorium (sala de escritura) de un monasterio. Las lámparas y las velas estaban prohibidas para evitar los incendios, y los monjes no podían hablar para no cometer errores. Toda comunicación se mantenía mediante signos.
Durante la Edad Media, cuando sólo las iglesias, universidades y hombres pertenecientes a la nobleza podían adquirir libros, estos eran a menudo puestos bajo llave para evitar su hurto. Estos primeros libros fueron hechos con páginas de pergamino y vitela, pero desde el siglo X estos materiales fueron paulatinamente reemplazados por papel, ideado por los chinos, aunque fueron los árabes quienes transmitieron el proceso de elaboración del Lejano Oriente a Europa.
En el siglo XV, comenzaron a elaborarse algunos libros mediante impresión de bloques. La técnica de impresión de bloques consiste en tallar sobre una tabla de madera la imagen de cada página. La tabla con relieve era entintada y utilizada para crear numerosas copias. Sin embargo, elaborar un libro con este método resultaba un tarea premiosa, y sólo se utilizaba en ejemplares profusamente ilustrados o muy demandados.