Para otros usos de este término, véase
Anorexia.
La
anorexia o
anorexia nerviosa (AN) es, junto con la
bulimia un conjunto de
enfermedades mentales y uno de los principales
trastornos alimenticios, también llamados Trastornos psicogénicos de la Alimentación (TFA). Lo que distingue a la anorexia nerviosa es el rechazo de la comida por parte del enfermo y el miedo obsesivo a engordar, que puede conducirle a un estado de
inanición, es decir, una situación de gran debilidad ocasionada por una ingesta insuficiente de nutrientes esenciales.
[1] En casos graves puede desarrollar
desnutrición,
hambre,
amenorrea y extenuación.
[2] Sus orígenes
nosológicos son muy antiguos, se conocen casos descritos desde la
Edad Media.
[3] Participan en su evolución las funciones
psicológicas, los trastornos neuroendocrinos,
hormonales y
metabólicos.
[4] Los posibles
tratamientos están todavía en estudio, los tratamientos
farmacológicos actuales pueden dar sólo un modesto beneficio al paciente.
[5] La anorexia nerviosa es una
enfermedad, y no debe ser confundida con el
síntoma llamado
anorexia. El término
anorexia proviene del
griego a-/
an- (negación) +
órexis (apetito, hambre; deseo) y se emplea, en general, para describir la
inapetencia o falta de apetito;
[6] [7] [8] este síntoma puede ocurrir en circunstancias muy diversas, tales como estados febriles, enfermedades generales y digestivas o simplemente en situaciones transitorias de la vida cotidiana. La anorexia por lo tanto es un síntoma que puede aparecer en muchas enfermedades y no una enfermedad en sí misma.
[9] [10] La
anorexia nerviosa por el contrario, no es un síntoma, sino una enfermedad específica caracterizada por una pérdida autoinducida de peso acompañada por una
distorsión de la imagen corporal, cuya presencia es indicativa de un estado patológico diferente del individuo, y puede tener consecuencias muy graves para la salud de quien la sufre.
[9] [10] Es un factor de riesgo para la
enfermedad de Wernicke.
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