viernes, 25 de abril de 2014

LA MIRADA FIJA

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Seguramente has tenido algún problema y te han reprochado la actitud, o te respondieron de la misma forma en un duelo de miradas. ¿Qué sucede cuando miramos fijo? ¿Qué nos hace mirar a otras personas detenidamente sin pensar que podemos ser molestos? Bien, mirar fijo a otras personas se debe a factores biológicos, neurológicos y evolutivos, según algunos expertos. Si quieres saber por qué miramos fijo a otras personas, acompáñame con la lectura de este artículo.

Una necesidad evolutiva

El ser humano es un ser social, pero que necesita asegurarse de algunas cosas al mirar a una persona que no conocemos. Una de ellas, es saber si la persona que tenemos frente a nosotros es inofensiva o si por el contrario podría significar una potencial amenaza para nuestra seguridad.
Que-ocurre-cuando-miramos-fijo-1.jpg Michael Blann/Photodisc/Thinkstock
Y no es mero capricho, sino una necesidad neurológica y evolutiva —¿por qué no?—: nuestro cerebro necesita procesar los gestos faciales de la persona para reconocer su actitud hacia nosotros. La amígdala cerebral requiere que nuestra vista recorra el rostro de la persona, fijándonos esencialmente en la nariz y en los ojos. De esa manera, el cerebro podrá interpretar los gestos y hacernos actuar en consecuencia. Incluso, usar nuestros músculos para sonreír.
¿Pero qué sucede con un rostro que no podemos interpretar, reconocer como inofensivo o peligroso?

¿Rostros simétricos, rostros confiables?

Supongamos que te encuentras frente a una persona que desgraciadamente ha sufrido de un accidente y su rostro está desfigurado. Aunque nos predispongamos a actuar naturalmente, el cerebro no ha tenido el tiempo de procesar la información necesaria para interpretar el rostro de la persona de acuerdo al bagaje genético y evolutivo que arrastramos con nosotros, y nuestra mirada se quedará fija en esa persona.
Que-ocurre-cuando-miramos-fijo-2.jpg Ingram Publishing/Thinkstock
Para Erika Rosenberg, experta en expresiones faciales, de la Universidad de California, los seres humanos, inconscientemente, buscamos la simetría facial en otros individuos. Ese rasgo básico y primordial es una señal de que la persona que observamos está libre de problemas genéticos, mutaciones o enfermedades: la simetría del rostro augura la calidad de los genes y ese es un mensaje anclado en la necesidad de sobrevivir y reproducirnos, a un nivel inconsciente.

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